VIAJE AL APARATO DIGESTIVO

Hola soy Yolanda y soy de la familia de los jamones, ahora os voy a contar la historia de lo que me pasó un día muy soleado:
Un día estaba tranquilamente dándome un paseo con mi amiga Julia, la de pata negra, cuando de repente aparece una mano gigante que nos coge y nos mete entre dos rebanadas de pan, y se la da a un niño hambriento.
En primer lugar aterrizamos en la boca, donde los dientes intentaron masticarnos, pero conseguimos salvarnos.
A continuación las glándulas salivares nos segregaron saliva encima, eso fue asqueroso y para terminar la lengua nos empujo hacia dentro.
Julia sacó un libro en el que en la portada ponía:

"LA DIGESTIÓN"

En la primera página ponía que el proceso que nos había ocurrido se llamaba "EL BOLO ALIMENTICIO"

La lengua nos condujo hasta la faringe donde había una tapa que se abria y se cerraba, la epiglotis, pasamos al esófago un tubo en el que al pasar por él nos divertimos mucho porque nos imaginábamos que era un tobogán.

Cuando se terminó llegamos al estómago donde nos encontramos una salchicha, en el que nos hicimos amiga de ella enseguida, llamada Ferdaous.
En el estómago nos mezclamos con los jugos gástricos y nos intentaron absorber las proteínas para formar el quilo, pero no lo consiguieron y además pudimos salvar a una patata frita llamada María y a una croqueta llamada Miriam.
De allí pasamos al intestino delgado por el piloro. Allí nos mareamos un poco de tantas curvas y encima nos pusimos perdidas de la bilis, que la producía el hígado, al mismo tiempo el páncreas nos vertió el jugo pancreático, para descomponernos las grasas y las proteínas.
En el libro ponía que en el intestino se absorben las sustancias nutritivas.
Después pasamos al intestino grueso donde nos absorbieron parte de los líquidos.
Y por fin fuimos expulsados por el ano, pero totalmente cambiadas, a este último proceso se le llama defecación. Y esa fue mi aventura.

FIN